A veces me invade esa sensación de no saber lo suficiente para compartir prácticas, ese pensamiento pasajero que dice: "¿Y quien soy yo para dar clases de Yoga?" una practica y filosofía milenaria infinita... Aunque hace casi 10 años que doy clases y me sigo formando. Y justamente como me sigo formando y aprendiendo de distintas personas y disciplinas, mi práctica y mis clases van cambiando.
Todavía recuerdo esos nervios en la panza la primera vez que di una clase llena de gente mirándome...también cuando vino una sola, o no vino nadie...
Aunque ya no me sucede tanto, siempre tengo el respeto de pensar: "quiero compartir lo que sé y me sirve, pero no quiero que se convierta en un producto de marketing", encontrar el equilibrio y mantener la coherencia, entre lo que soy, lo que enseño y trasnmito.
Gracias!

Clases grupales en Ashvattha Yoga, Buenos Aires, Argentina.
Añadir comentario
Comentarios